El móvil de Leyre Doueil no ha dejado de sonar desde ayer. «Estaba muy tranquilita cocinando mi coliflor hasta que me han empezado a felicitar», nos cuenta divertida la diseñadora al descolgar -una vez más- el teléfono. El motivo de ese aluvión de parabienes no es otro que haber tenido el honor de vestir a la reina Letizia en su visita a Euskadi, una grata sorpresa que le ha servido de trampolín mediático para impulsar definitivamente la firma que lanzó hace poco más de un año. Esta santurtziarra tenía conocimiento de que la Casa Real había hecho un encargo de su colección a través de Es Fascinante, una plataforma multimarca que apoya el diseño nacional y pone en valor la filosofía 'slow fashion' con la que tanto se identifica. Lo que desconocía era en qué momento se iba a poner la esposa de Felipe VI el vestido camisero que ella misma le había seleccionado. «Me pareció una buena opción, ya que la Reina utiliza mucho este tipo de diseños. Cuando la he visto con él se me ha estremecido el cuerpo», asegura.

Su apellido es de sobra conocido en el sector de la moda de Bizkaia, ya que pertenece a una de esas familias «de toda la vida» que ha sacado adelante las tiendas multimarca Doueil en Santurtzi, Sestao y Portugalete. Leyre se ha criado entre mostradores, muestrarios, sastres y modistas, y puede presumir de ser una de esas 'rara avis' de la vieja escuela que se ha formado desde muy joven en el negocio familiar. «Con 15 años empecé a trabajar con mis aitas detrás del mostrador. Con el tiempo me fueron dando alas y fui asumiendo responsabilidades, algo que disfruté mucho y me permitió crecer personal y profesionalmente». Estudió secretariado, más por presión paterna que por gusto, y se marchó una temporada a vivir a América. Sin embargo, decidió volver al lugar donde siempre había sido feliz. «Nunca me planteé nada que no estuviera relacionado con la moda, no me veo en otro sitio», revela.

Para Leyre, su profesión no es un trabajo, es una forma de vivir que le han inculcado con pasión desde niña. Pasó años dedicada en cuerpo y alma a pulir con esfuerzo esta firma familiar. Viajó de feria en feria y recorrió el mundo en busca de inspiración para aportar su refrescante visión al negocio. Todo, hasta que tuvo que afrontar el duro varapalo de la muerte de su aita, un punto de inflexión que le llevó a coger un billete de ida con destino a la India. «Fue un momento en el que tuve que pararme a pensar dónde quería estar y hacia dónde quería dirigirme». Volvió con la mente abierta, las conclusiones claras y una balanza compensada entre la razón y el corazón. Entendió entonces que para recuperar el equilibrio debía dejar atrás los extenuantes horarios comerciales a los que estaba sometida y comenzar a dar rienda suelta a su ilusión. Como una luz que se abrió paso en la oscuridad, nació su proyecto más personal.

Leyre Doueil es su firma homónima, una marca de carácter artesanal y espíritu viajero, con siluetas clásicas y giros de tendencia. Presume del encanto de los talleres locales y de unas piezas de edición limitada convertidas en pequeñas joyas. «Puedo hacer tiradas de 15 prendas o de 50, pero no más. Eso es, en parte, lo que nos hace especiales», nos cuenta. La de Santurtzi se implica en todos los procesos de producción, desde el diseño y el patronaje, hasta el hilván del último botón. «Puedo cerrar los ojos y decirte cómo está confeccionada cada prenda. El mimo y el detalle con el que hacemos las cosas se nota en cada colección», asegura.

La firma echó a andar en marzo de 2020, una de las fechas más complicadas de la historia reciente para lanzarse a abrir un negocio. A pesar de las dificultades y de la problemática con los proveedores, 'Maia' y 'Maemuki', sus dos primeras colecciones, pudieron ver la luz el año pasado. Mucho se habla de los beneficios de separar la vida personal de la profesional, aunque en su caso es una eterna utopía. Y es que todas sus propuestas están íntimamente ligadas al momento vital que está viviendo nuestra protagonista. «Me resulta imposible separar ambos mundos. Mis circunstancias se reflejan en el título de la colección, en el nombre de cada modelo… Todo va ligado a mi vida personal». Por si las piedras del camino que sorteó en la pandemia no fueron suficientes, tuvo que hacer frente a su divorcio en el mes de septiembre. «De lo malo se aprende, de lo bueno se disfruta», resuelve. Un nuevo punto de inflexión del que nació 'Raízes'.

A esta tercera colección pertenece el vestido que ha llevado la reina Letizia en la inauguración del Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria. En ella ha vuelto a colaborar con el joyero Jabier Bilbao para lanzar su nueva campaña. Una sinergia creativa que comenzó por la admiración mutua y se transformó en una gran amistad. «El mismo día que mi marido me pidió el divorcio conocí a Javier. Fue como uno de esos ángeles que la vida te pone en el camino», recuerda sonriendo. «Leyre es la perfección en la confección. La gente generosa solo se merece cosas buenas», replica él.

'Raízes' habla de sus orígenes y de su vida entre Santurtzi y Galdames, otro paraíso al que no quiere renunciar. 'Raízes' son sus dos hijos, sus amigos de toda la vida, su familia. Es el lugar donde se siente arropada y querida. «En cada bache que he pasado, aquí es donde mejor me siento. Aunque soy muy viajera, no me quiero ir».

Y así, entre el mar y la montaña, empapándose de un ritmo de vida lento, esta vizcaína vive una etapa feliz, saboreando cada triunfo compartido con los suyos. «Hoy me siento en una nube de emoción. Luego brindaremos con una copa de vino». Y no es para menos, ¡salud!