MIKEL AYESTARAN

La nueva Arabia Saudí del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, tiene dos caras muy diferentes, una mucho menos amable que la otra. La misma semana que el reino ha estado en los titulares de todo el mundo por permitir conducir a las mujeres se ha vuelto a detener a importantes activistas que llevan años trabajando a favor de los derechos de las mujeres y se ha abierto una investigación sobre una periodista bajo la acusación de vestir «ropa indecente».

Shireen al-Rifaie, reportera saudí del canal de Dubai Al-Aan TV, viajó a Riad para informar sobre las primeras mujeres al volante y ser ella misma protagonista de un reportaje. Pero abandonó rápidamente el país en cuanto empezó a circular su imagen en las redes con la etiqueta de «mujer desnuda conduce en Riad». La autoridad general para los medios audiovisuales abrió una investigación contra la periodista, a quien acusó de haber «violado las reglas y consignas» locales al vestir «ropa indecente».

Al-Rifaie llevaba un conjunto de pantalón, abaya y pañuelo de color blanco, pero al caminar ante la cámara la abaya solo tenía atado un botón y se dejaba ver un ligero escote y el pantalón. El pañuelo también estaba algo caído y mostraba parte de su pelo moreno. Un grado de «indecencia» que las autoridades ultraconservadoras estudian ajenas a que el propio príncipe anunció en el marco de sus reformas que la abaya dejaría de ser obligatoria.

Arabia Saudí vuelve a mostrar su peor cara a las mujeres

La polémica suscitada por esta reportera -que fuera del reino se defendió diciendo que vestía de forma «decente»- volvió a poner sobre la mesa el largo camino que queda por recorrer en este país regido por el islam ultraortodoxo.

Liberar a las arrestadas

En medio de la euforia mediática por las primeras imágenes de mujeres al volante, expertos de la ONU instaron a Riad a liberar a las activistas arrestadas en las últimas semanas. Nueve relatores del organismo denunciaron que «defensoras de los derechos humanos han sido detenidas en una amplia redada en todo el país, lo cual es verdaderamente preocupante» y evidencia «una posición contradictoria» con las políticas aperturistas.

La última detenida es Hatoon al-Fasi, de 54 años, que participaba desde hace años en las campañas para pedir el fin del veto a las mujeres para conducir, según informó la ONG saudí con sede en Londres Alqst. Este arresto se suma a los de mayo y desde entonces al menos nueve activistas siguen privados de libertad -cinco hombres y cuatro mujeres-. Les acusan de mantener contactos y apoyar a individuos y organizaciones «hostiles» al reino y se enfrentan a penas de prisión hasta de 20 años.

Son mujeres que han luchado por derechos como el de poder conducir y, cuando ha llegado el momento de recoger los frutos de su lucha, les han encerrado en una campaña de detenciones criticada por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

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ONU, Arabia Saudí, Riad, cárcel, derechos humanos
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