Cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas, muchos sectores tuvieron que frenar en seco. Fue el caso de la aviación.

Los aeronaves quedaron aparcadas en los hangares y, con el tiempo, fueron poco a poco alzando el vuelo y, con ellas, el tráfico fue recuperándose paulatinamente.

Lo que nunca paró en todo este tiempo fueron las innovaciones tecnológicas en la industria y muestra de ello son todas las propuestas anunciadas en 2021: proyectos futuristas, iniciativas que pueden revolucionar la aviación y otras muy necesarias para lograr objetivos de sostenibilidad. ¿Acabarán materializándose?

El sector está en constante renovación para alcanzar la meta de emisiones cero para 2050 sin dejar de lado los cambios en el diseño de las cabinas para mejorar la comodidad de los pasajeros.

De las 'ballenas' de Airbus y Boeing al dirigible del siglo XXI: las aeronaves más grandes de la historia

Business Insider España ha recopilado todas las novedades anunciadas a lo largo de 2021 y que puede que veas en un futuro próximo.

Combustibles sostenibles e hidrógeno, los grandes protagonistas

El sector aéreo es uno de los más contaminantes, representando el 2% total de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Por ello, muchas de las nuevas propuestas de los fabricantes aeronáuticos tienen como objetivo conseguir vuelos más sostenibles.

Sus esfuerzos se centran en el desarrollo comercial de combustibles sostenibles o en el progreso de nuevas tecnologías de propulsión en forma de aviones eléctricos y de hidrógeno.

Dichos combustibles sostenibles son importantes para alcanzar la meta medioambiental de emisiones cero de cara a 2050. Lograrlo implicará tener una combinación de mejoras continuas en la eficiencia, innovación tecnológica nunca vista y medidas para manejar la demanda por parte de las aerolíneas.

Este año un grupo de investigadores de Estados Unidos ha conseguido transformar los desechos alimenticios en una parafina que sirve como combustible para aviones y aseguran que este combustible reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 165%. Los autores del estudio estiman que, en 2023, podrían empezar a probarlo en aviones de Southwest Airlines.

Getty Images

¿Y si las semillas de mostaza pudiesen salvar a la aviación de un futuro contaminante? Un estudio ha revelado que este biocombustible reduce las emisiones hasta un 68%. La investigación se centra en el cultivo de semillas oleaginosas no comestibles Brassica carinata, una variedad de planta de mostaza cuya rentabilidad podría ser más elevada que el petróleo.

Pero no hace falta pensar en el futuro para ver los resultados. Este año, Air France ha completado el primer vuelo entre París y Montreal usando aceite de cocina como combustible y evitando la generación de 20 toneladas de dióxido de carbono. Según los cálculos de Air France, utilizar esa mezcla de aceite de fritura supone un sobrecoste por pasajero de unos 4 euros para el trayecto entre la capital francesa y la ciudad canadiense, pero son una valiosa contribución a disminuir el impacto ambiental.

Por ese camino ha ido también Iberia, que de la mano de Repsol ha conseguido dar un paso hacia la aviación sostenible y en noviembre operó un vuelo propulsado con combustible generado a partir de los residuos de la industria agroalimentaria. La refinería Petronor se encargó de producir en verano un lote de 5.300 toneladas de biojet que evita la emisión de 300 toneladas de CO2 a la atmósfera.

A. A.

Las novedades que ha traído 2021 a la aviación: aeronaves supersónicas, combustible de hidrógeno y vuelos más cómodos

Otra que ha dado un paso adelante en su lucha por lograr frenar en seco las emisiones que aumentan el efecto invernadero es la ONG alemana Atmosfair, que no solo es capaz de fabricar un queroseno sintético neutro en CO2, sino que además ya lo hace en su recién inaugurada planta de fabricación.

Aunque la gran estrella este año ha sido el hidrógeno. Según el CEO de Universal Hydrogen, el avión de próxima generación tiene que ser de hidrógeno si el sector de la aviación tiene la intención de cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

Esta startup de Los Ángeles quiere rediseñar los aviones de pasajeros para que vuelen con hidrógeno y empezará las pruebas en un avión de 40 plazas el año que viene. Es más, la compañía ya ha firmado acuerdos con varias aerolíneas para que compren kits de conversión que sustituyan sus motores actuales por combustible de hidrógeno y un motor eléctrico. ¿El siguiente paso? Vender dicho combustible por suscripción, siguiendo el modelo del café de Nespresso.

Airbus ya se ha puesto las pilas y ha trazado la hoja de ruta para poner a volar los aviones de hidrógeno en los próximos 10 años. Su plan contempla un proyecto piloto en Francia que podría extenderse a otros aeropuertos de Europa.

Wright Electric

Por su parte, Wright Electric está desarrollando un avión eléctrico de corto alcance de 100 plazas que funcionará con hidrógeno o con combustible de aluminio, un combustible incluso más barato.

Heliogen y Bloom Energy han ido un paso más allá y se centran ahora en probar el hidrógeno verde, es decir, procedente de energías renovables. Con él se podría llegar a abaratar el precio del hidrógeno en comparación con el gas natural y contribuir a que el combustible sea viable para su uso en la propulsión de aviones.

La vuelta de los aviones supersónicos

La velocidad también es el principal foco de muchos de los proyectos en los que trabajan los fabricantes de la industria. Reducir el tiempo de vuelo y batir récords de velocidad han ocupado gran parte de los titulares de este 2021.

La empresa Boom Supersonic quiere poner en el aire en 2026 a Overture, el avión comercial de Mach 2,2 que podrá transportar a entre 65 y 88 pasajeros. Un viaje de Nueva York a Londres duraría sólo 3 horas y 15 minutos, mientras que el de Los Ángeles a Sidney se reduciría a 8 horas y media. Su objetivo a largo plazo es volar a cualquier parte del mundo en 4 horas por 100 dólares (unos 81 euros) y ya tiene compradores de la talla de United Airlines.

Nathan Leach-Proffer, Boom Supersonic

Pepe Nieto, CEO de COMET Ingeniería (I+D+I en aeronáutica y otros sectores), afirma a Business Insider España que los aviones supersónicos ya demostraron en su día que eran extremadamente caros y poco sostenibles. "La considero una propuesta más irreal o que se puede conseguir a más largo plazo", señala el experto.

Pese a ello, no son pocas las compañías que siguen intentándolo. Ese es el caso de Venus Aerospace, una startup de Houston estaría trabajando en un avión hipersónico Mach 12 con el que se podría viajar entre Los Ángeles y Tokio en una hora, según la propia compañía.

O de Nueva York a Londres en 90 minutos, según una startup estadounidense que está desarrollando un avión hipersónico de pasajeros que quiere tener en el aire antes de 2030.

Sin duda, la vuelta de los aviones supersónicos está mucho más cerca de lo que pensamos si hay tantas empresas que quieren suceder al mítico Concorde. Es más, ya hay propuestas de lujo.

Lockheed Martin

NASA

Luchando contra la problemática del impacto medioambiental de este tipo de aeronaves, un equipo de investigadores de la Universidad de Florida Central ha conseguido estabilizar una detonación como combustible, un tipo de propulsión mucho más sostenible.

Pero no hace falta romper barreras de ese calibre para batir récords de velocidad: Rolls-Royce asegura haberlo hecho con un avión totalmente eléctrico tras alcanzar 623 kilómetros/hora, según la compañía.

Innovaciones tecnológicas sin límites

Cuando se trata de innovar en la industria de la aviación, the sky is the limit. Las propuestas son tan variadas que parece que no exista ninguna barrera que pueda hacer que estas ideas no se cumplan.

"Existe una tendencia desde hace mucho tiempo en la aviación que no termina de fructificar, pero que está camino de hacerlo en breve: la modificación de las alas o superficies sustentadoras para adaptarlas en cada momento a su forma óptima de navegación, disminuyendo su resistencia al aire e incrementando su sustentación, consiguiéndose un ahorro considerable de combustible y reduciéndose la huella de carbono de los transportes aéreos", señala Nieto.

Según explica, esta solución está siendo implementada por las pymes españolas Comet Ingeniería y Prosix, en colaboración con Airbus Operaciones, en el marco de un proyecto de la Agencia Espacial Europea de transferencia de tecnología espacial.

SE Aeronautics

Por ejemplo, este avión con 6 alas podrá recorrer sin parar los 17.000 kilómetros que separan Madrid de Australia y reducir el consumo de combustible un 70% gracias a su diseño revolucionario.

Y un vuelo tan largo no es ninguna locura: otra empresa está desarrollando en Castilla-La Mancha aviones autónomos que funcionan con energía solar y pueden permanecer meses en el aire.

Parecen salidos de una película de acción al más puro estilo de Hollywood, pero los ekranoplanos, los híbridos entre barcos y aviones —que no entre coche y avión, que también lo hay—, pueden planear sobre el agua a 200 kilómetros por hora y la idea es que aprovechen rutas fluviales para conectar el País Vasco francés con el norte de España.

RDC Aqualines

Aunque si de lo que se trata es de combinar aire y agua, el mejor ejemplo es el de los aviones que imitan la piel de los tiburones en sus fuselajes para ahorrar combustible y reducir sus emisiones, como ya hace Lufthansa.

Si el mar y el cielo te parecen poco y lo que te gustaría ES volar al espacio, no hace falta viajar tan lejos para sentir la ingravidez, ya que lo puedes conseguir en el Airbus Air Zero G.

Rediseño de cabinas y revolución en los viajes de negocios

Los fabricantes del sector no solo se centran en el fuselaje o el combustible de la aeronave. Muchas otras compañías centran sus esfuerzos en la experiencia de los pasajeros ofreciendo vuelos más cómodos y, sobre todo, más seguros y limpios que nunca.

Universal Movement

Por ejemplo, el innovador diseño del joven español Alejandro Núñez busca aumentar la comodidad de los pasajeros de clase económica con cabinas de avión a doble nivel, con cada fila alternando entre asientos en el suelo y asientos elevados.

No se sabe cómo de cómoda será la propuesta de Toyota, pero ve imaginándote volando en el espacio de las maletas, que podría ser una realidad dentro de poco.

Mientras, este otro modelo permite al pasajero tumbarse durante el vuelo sin pagar el coste adicional de viajar en primera clase.

Otto Aviation

Aunque, si de lo que se trata es de revolucionar la aviación corporativa, tan tocada en estos últimos 2 años, el Celera 500L ha nacido con el objetivo de diseñar un avión de negocios mucho más barato que las opciones actuales: tendrá espacio suficiente para 6 pasajeros, una velocidad de 740 kilómetros por hora y una autonomía de 7.250 kilómetros, todo por 285 euros la hora.

En definitiva, la industria no ha parado y parece que lo último que harán será quedarse de brazos cruzados a pesar del coronavirus. Solo queda esperar a ver con qué nos sorprende en 2022.

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